Sánchez margina a la cúpula de las Juventudes del PSOE: «No nos habla desde enero»

El silencio que se ha instalado entre la dirección de Pedro Sánchez y los críticos con el secretario general tiene su reflejo en las nulas relaciones que el secretario general mantiene con las Juventudes Socialistas. 

Los desencuentros entre Ferraz y la centenaria organización juvenil del partido, que cuenta con más de 14.000 socios, han sido constantes desde la llegada de Sánchez a la secretaría general del partido. Fuentes de esta asociación aseguran que, desde ese momento, el diálogo se dio a cuentagotas hasta quedar totalmente interrumpido el pasado enero. 

Ese mes se produjo un encontronazo definitivo entre el núcleo duro de Pedro Sánchez y el líder de esta organización, el diputado asturiano Nino Torre. Según avanzó La Sexta, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, intentó apartar  a Torre del cargo por alinearse con la corriente crítica de líderes territoriales, como Susana Díaz o el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández. Torre apoyó a Eduardo Madina en las primarias a la secretaría general, en 2014.

Según trascendió entonces, miembros de la cúpula de Ferraz presionaron a distintos cargos de las Juventudes para que acabasen con el mandato de Torre. 

Las presiones continuaron meses después, cuando desde el núcleo de Sánchez se apartó a la organización del equipo de dirección de la campaña del 26-J. 

El voto joven, el más difícil para el PSOE

La decisión abrió un cisma irreconciliable con las juventudes, que hasta entonces habían formado parte de toda las estrategias electorales en coordinación con los responsables del área de juventud de Ferraz.  Así, los trabajos dedicados sobre todo al ámbito de redes y juventud-precisamente uno de los colectivos que al PSOE le cuesta más movilizar- quedaron asumidos en exclusiva por el equipo de Sánchez. 

La nula relación entre la dirección del PSOE y su organización juvenil es cuanto menos sorprendente, en la medida en que sus líderes cuentan con puestos natos en los principales órganos de decisión, como la Comisión Permanente. Y también porque los jóvenes constituyen precisamente el colectivo más reticente al voto socialista. 

Según los datos del último CIS, conocido en julio, el PSOE es el partido que cuenta con peor intención de voto entre los jóvenes de 25 a 34 años, con un 9,9 por ciento de intención. Un porcentaje inferior incluso al PP (13 por ciento) y muy alejado de Podemos (16 por ciento). 

Nulas relaciones con los barones

Este escenario se suma a las relaciones rotas entre Sánchez y los líderes territoriales más críticos. Como ya informó OKDIARIO, las relaciones se encuentran rotas desde hace meses. En el caso del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, el último encuentro con el secretario general se produjo el pasado 9 de julio, día del último comité federal. 

“Probablemente el 50% es decisión suya y el 50% es decisión mía… Él tiene mi teléfono y yo el suyo, es decir, probablemente sea responsabilidad compartida. No es bueno para nadie que no haya un diálogo fluido, pero asumo mi parte de responsabilidad”, dijo Vara este lunes, en una entrevista en Antena 3. 

Demasiado tiempo como para que no exista diálogo alguno, comentan los dirigentes territoriales. Más aún tras unas elecciones en las que el PSOE registró sus peores resultados históricos-85 diputados-una investidura fallida de Mariano Rajoy y los últimos movimientos de Sánchez en busca de un acuerdo “ de cambio” con otras fuerzas como Podemos.  Desde las federaciones críticas no se espera que esto cambie, y creen que no habrá encuentro alguno hasta el mismo día del próximo Comité Federal, el 1 de octubre. 

Sánchez solo mantiene contactos frecuentes con sus líderes afines, como la balear Francina Armengol, o, como es lógico, con sus candidatos a las elecciones del 25-S. Tanto el gallego Xoaquín Fernández Leiceaga, como la vasca Idoia Mendía, son afines a la línea oficialista y una apuesta personal del líder del PSOE. 

‘Pacto’ de silencio

A pesar de que la fractura entre la dirección y los líderes territoriales críticos se evidencia en las últimas semanas en las redes sociales, como informó este diario, desde las distintas federaciones se ha optado por un ‘pacto’ de silencio no escrito, al menos hasta pasadas las autonómicas.

El extremeño Fernández Vara es el único que en los últimos días se ha expresado con meridiana claridad sobre el malestar que existe en el partido, pero siempre asegurando su fidelidad a Sánchez. Más allá, ninguno de los dirigentes que en otras ocasiones se han manifestado contrarios al secretario general quieren pronunciarse en exceso.

Especialmente llamativo es el silencio de la presidenta andaluza, Susana Díaz, que desde hace semanas ha optado por no pronunciarse sobre la situación en el partido, o los últimos pasos de Sánchez. De las escasas veces que se ha pronunciado, como la pasada semana, a la entrada de la primera reunión de su Ejecutiva, ha sido para pedir que se abra una «reflexión» sobre la futura estrategia socialista.

El secretario de organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, descarta que la líder andaluza esté «ausente» de los debates internos y defiende que «nunca ha estado en silencio» cuando se han tomado decisiones, como en el último Comité Federal.

Desde Ferraz no se informó a esta federación de la intención de iniciar contactos con otras formaciones, como tampoco se hizo con otros barones críticos.